jueves, 10 de enero de 2013

La Lengua y el pensamiento: De qué manera se relacionan?

En más de una oportunidad hemos escuchado la siguiente expresión: “Tengo la idea clara, pero no sé cómo expresarla”. Cabe preguntarse, entonces, ¿qué relación existe entre la lengua, como sistema organizado de signos de carácter social, y el pensamiento individual o la capacidad para razonar y elaborar nuevo pensamiento? ¿Existe un vínculo o solo se tocan tangencialmente? ¿Son realidades independientes que nada tienen en común o se entrelazan dándose existencia mutua?
Si analizamos nuestro pensamiento, nos daremos cuenta de que está hecho de imágenes, pero principalmente de palabras; por ejemplo, si alguien expresa “El fin de semana me iré a la playa”, inmediatamente aparecen las palabras para dar forma a la idea; por el contrario, si eliminamos las palabras, sencillamente quedarán algunas imágenes aisladas que no permitirán transmitir un mensaje coherente y, por lo tanto, no se alcanzará la comunicación.
Ahora que sabemos que sí hay un vínculo, nos preguntamos ¿qué tan consistente es la relación que hay entre la lengua y el pensamiento?
Octavio Paz, en “El arco y la lira” (1), es muy categórico al señalar que el ser humano está hecho de palabras y existe gracias a ellas; más aun, señala que todo existe gracias a las palabras, pues ellas dan vida y que solo no existe lo innombrado.
De lo anterior se desprende que la lengua,  pertenece a una comunidad de hablantes, es capaz, no solo de relacionar a los individuos a través de los actos de comunicación, sino que también permite estructurar la realidad, desarrollar el pensamiento y dar existencia a todo nuestro mundo.
Sin duda alguna el pensamiento no se desarrolla si no hay dominio adecuado de la lengua y su organización, es decir, nadie que pretenda desenvolverse en una sociedad letrada puede pretender hacerlo sin manejar competentemente su propio sistema de comunicación.
De esta forma, podemos responder categóricamente a quien nos diga “tengo la idea, pero no sé cómo expresarla”: Usted no tiene la respuesta, quizás la intuya o crea saber cuál es la dirección en la cual debe ir, pero aún no la tiene, ya que cuando verdaderamente la tenga, se formará de palabras y en ese momento solo deberá expresarla.

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